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Esta es la técnica más sofisticada que veremos, más difícil de controlar y más aparatosa, pero sin embargo la más espectacular. El aerógrafo es un dispositivo con un depósito de pintura que pulveriza por medio de aire comprimido la pintura. No sólo hace falta comprarse el aerógrafo mismo, sino también un bote de aire comprimido. La pintura debe estar un poco aguada para que se pueda pulverizar bien. Utilizar esmalte con disolvente es nefasto en este caso. Si se deja el bote de aire con la vávula abierta es posible que se rompa el tubo que lo une con el aerógrafo, de forma que hay que tener cuidado. ¿Y en qué consiste su aplicación a la pintura de un Mech? Como los Mechs tienen un tamaño bastante pequeño hay dos formas de que éste dispositivo nos resulte útil. Una de ellas es para, tras la capa de imprimación, pintar todo el Mech de un color de una forma limpia, con unos resultados increibles (se deposita poca pintura y los detalles más finos no se cubren). La otra es para, por medio de "máscaras" (trozos de cartulina con agujeros de formas adecuadas) hacer esquemas de camuflaje con bordes suaves (os aseguro que es alucinante cómo puede quedar así una miniatura); en este caso hay que pulverizar al Mech interponiendo la máscara, para hacerle rayas, puntos o líneas por ejemplo.
Como he dicho antes, la forma de utilizar el aerógrafo es conectándolo al bote de aire comprimido, añadiéndole al depósito pintura un poco aguada, y presionando un botón que da paso al aire comprimido. Es preferible hacer esto al aire libre porque la pintura se dispera y puede manchar algo. Para que esto no ocurra se puede utilizar una caja grande de cartón con una cara abierta para poder pulverizar, y el Mech preferiblemente elevado sobre un taco de madera o un bote de pintura viejo para poder alcanzarlo bien. Lo mejor es conocer a alguien que sepa pintar con aerógrafo para que te enseñe ;-) |
