Los pinceles se clasifican en varias categorías atendiendo a la procendencia de sus cerdas y al grosor del conjunto de éstas. Las cerdas pueden ser sintéticas (las peores, ya que no retienen bien la pintura), de pelo de ardilla o de caballo (mejores). Ya que tampoco pretendemos ser unos maquetistas profesionales, no es necesario comprarse los pinceles más caros de la tienda, aunque tampoco es aconsejable comprar los más baratos.

Los pinceles tienen una numeración en función de su grosor, yendo de más pequeño a más grande. Así, un pincel de grosor 0 será fino, mientras que uno de grosor 6 será bastante grande (como de medio centímetro o más). Hay pinceles más finos que el 0, y se numeran añadiendo más ceros: 00 (más fino que el 0), 000 (aún más fino),... Nosotros necesitamos un pincel fino (0 ó 00 por ejemplo) y uno más bien grande (5 por ejemplo). El fino es para los detalles y el grueso para pintar trazos grandes.

Naturamente tener más pinceles da más flexibilidad, pero yo diría que con 3 es más que suficiente.



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