Hay básicamente dos tipos de pintura: acrílica y esmaltes. La primera se caracteriza por ser soluble con el agua, proporcionar colores vivos y ser fácil de mezclar. Los esmaltes tienen como ventaja que agarran muy bien sobre casi todo tipo de superficies, pero no son solubles al agua (sino a disolventes tipo aguarrás o de nitrocelulosa, que son tóxicos, inflamables y muy destructivos con los pinceles). Los esmaltes están más indicados para otro tipo de miniaturismo (maquetas de plástico por ejemplo).

Mi recomendación es usar pintura acrílica por varios motivos. Los resultados pueden ser igual de buenos o más que con los esmaltes, son más fáciles de utilizar, más fácil de aprender a utilizarlas, más fácilmente lavables, menos destructivas con los pinceles y permiten aplicar técnicas avanzadas sin mucho esfuerzo.

Sólo tienen un inconveniente: necesitan de una capa de imprimación para agarrar sobre las miniaturas de plomo (y en general casi sobre cualquier superficie). No es un problema complejo de resolver, pues existen en el mercado sprays de imprimación.

Hay varios marcas de pinturas acrílicas: Citadel, Revell, Humbroll Acrilic, ... (probablemente si algún profesional del mundillo lee esto me escabecharía por recomendar Citadel, pero tiene una gran ventaja que es su disponibilidad).

En cuanto al número de colores necesarios no hace falta que sea muy alto. Con 8 colores se pueden hacer maravillas. En general más de 20 es tirar el dinero (a mi entender).



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